La experiencia dejó mucho que desear. Para empezar, tuvimos que esperar casi una hora para que nos entregaran la habitación. Si bien cumplía con lo básico, había una luz de emergencia que nunca se apagaba, lo que resultaba molesto. Además, las ventanas no tenían blackout, por lo que la luz entraba desde muy temprano, impidiendo un buen descanso.
En cuanto al servicio, la señora del buffet durante el almuerzo del viernes 28 de junio fue muy amable, pero la atención en el desayuno del sábado dejó mucho que desear, ya que la encargada fue grosera. Inicialmente pensé que el costo y los servicios estaban equilibrados, pero después de la experiencia, considero que es un lugar demasiado caro para lo poco que ofrece.
Definitivamente, no volveré ni lo recomendaría. Gracias.